Dentro de nuestro público objetivo encontramos criterios o variables que dividen al mercado en grupos de empresas o personas que comparten unos rasgos determinados: 1. Geográficos 2. Demográficos: edad, sexo, estado civil, hijos por familia 3. Sociales; profesión 4. Económicos: nivel de renta 5. Móviles de compra, seguridad, prestigio, lujo 6. Otros criterios, usos del producto, comportamiento, estilos de vida
Hay que valorar si es rentable diseñar una estrategia comercial específica para ese segmento: La empresa se enfrenta a menos competidores en un segmento bien definido y ofrece un producto más adaptado a sus necesidades. Aumentan las opciones de ganar cuota de mercado en ese segmento.
Desde el punto de vista del Marketing Relacional, realizar una adecuada segmentación de los clientes, conocerlos y determinar rasgos comunes y diferenciadores, te permitirá planificar qué harás con cada uno: qué le dirás, de qué modo, dónde, cuándo y por qué.